MALTRATO Y DISCRIMINACION

DISCRIMINACIÓN 
La discriminación es una situación en la que una persona o grupo es tratada de forma desfavorable a causa de prejuicios, generalmente por pertenecer a una categoría social distinta, por razones de religión, por razones de raza o por razones de sexo como ocurre en muchos países donde las mujeres tienen derechos muy limitados.  La legislación de cada país debería ser el medio para combatir la discriminación, pero con frecuencia son precisamente estas leyes las que, de forma activa o pasiva, alientan las prácticas discriminatorias.
 En el ámbito laboral, es reseñable el trato discriminatorio que sufren las mujeres, pues el costo que para las empresas supone contratar a una mujer, en especial si está casada, es mayor si se tiene en cuenta una posible baja por maternidad, (es célebre el caso que en Francia protagonizaron hace décadas las auxiliares de vuelo de la compañía aérea Air France: la discriminación venía dada, no por la condición de mujer, sino por la de ser mujer casada).
La discriminación a las mujeres (sexismo, machismo), se ve marcada por el machismo que es una discriminación sexual, de carácter dominante, adoptada por los hombres.
MALTRATO
La investigación acerca del Abuso y Maltrato en contra de la Mujer que se realiza tiene una motivación especial.
Si bien es cierto que la Constitución de la República reconoce como finalidad principal del Estado, la protección efectiva de los derechos de la persona y el mantenimiento de los medios que le permitan perfeccionarse progresivamente dentro de un orden de libertad individual y de justicia social, compatible con el orden público, el bienestar general y los derechos de todos y todas, no es menos cierto que la realidad dominicana indica otro tipo de situaciones.
Siendo así que cada 72 horas muere una mujer en manos de su compañero de vida y que el índice de mortalidad de la mujer por causa de violencia aumenta cada año sin que las autoridades y organismos gubernamentales y no gubernamentales puedan aunar esfuerzos para proteger en gran escala a este sector poblacional todavía marginado por la sociedad patriarcal en que vivimos.
La presente investigación refleja la crisis social, económica, política e histórica en que se ha desarrollado por décadas el ciclo de violencia contra la mujer. Medios de comunicación, gobiernos, intelectuales, políticos, la Iglesia se han confabulado para hacer de la mujer el blanco principal de las agresiones y los abusos no sólo en nuestro país sino en el mundo.
Pero, las estadísticas arrojan datos importantes. Mientras la mujer da pasos agigantados para su inserción en la productividad y se prepara intelectualmente acudiendo, en el caso nacional, en un número más alto que el hombre, a las universidades y centros educativos formales e informales, sigue colocada en el renglón inferior en cuanto a género se refiere.
Nuestro objetivo es identificar las diferentes causas de violencia contra la mujer y definir cada una de las modalidades de abuso que existen contra la mujer. Asimismo, se revelan datos estadísticos de los casos de violencia en el país como también las diferentes leyes que existen en la República Dominicana para defender los derechos de ellas.

SOLUCIONES
En 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en la que se definió la "violencia contra la mujer" como
Todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vía pública o en la vía privada
En dicha Asamblea se reconoció que eran necesarios "una clara declaración de los derechos que se deben aplicar para asegurar la eliminación de toda violencia contra la mujer en todas sus formas, y un compromiso de los Estados y de la comunidad internacional en general para eliminar la violencia contra la mujer".
El 17 de diciembre de 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La ONU invitó a gobiernosorganizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales a organizar actividades dirigidas a sensibilizar al público respecto del problema en este día como una celebración internacional.
El Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (United Nations Development Fund for Women o Unifem, en inglés) también observa regularmente la jornada, y ofrece sugerencias para que otros las observen.
En octubre de 2006 se presentó el Estudio a fondo sobre todas las formas de violencia contra la mujer, que demuestra que existen obligaciones concretas de los Estados para prevenir esta violencia, para tratar sus causas (la desigualdad histórica y la discriminación generalizada), así como para investigar, enjuiciar y castigar a los agresores

LA MUJER Y LA LEY
En algunos países la mujer ha tardado muchos siglos en conseguir igualdad, aunque solo sea teórica, ante la ley. Y aun cuando la ley hable de igualdad, suele haber un gran abismo entre la teoría y lapráctica. La publicación de las Naciones Unidas titulada The World’s Women—1970-1990 dice: “Esta brecha [en la política gubernamental] ha quedado recogida en gran parte en las leyes que niegan a la mujer la igualdad con el hombre en lo que respecta a sus derechos de tenencia de tierras, solicitud de préstamos de dinero y firma de contratos”. Una mujer de Uganda declaró: “Seguimos siendo ciudadanas de segunda clase... o de tercera clase más bien, pues nuestros hijos varones van delante nuestro. Hasta los burros y los tractores reciben a veces mejor trato”.
El libro Men and Women, editado por Time-Life, dice: “En 1920, la Decimonovena Enmienda de laConstitución de Estados Unidos garantizó a las mujeres el derecho al voto, mucho después que en bastantes países europeos. Pero enGran Bretaña no se les concedió ese privilegio hasta el año 1928 (y en Japón hasta después de la II Guerra Mundial)”. Como protesta por la injusticia política a la que se sometía a las mujeres, Emily Wilding Davison, sufragista británica, se echó delante del caballo del rey en el derby de 1913, y perdió la vida. Se convirtió en una mártir en la causa de la igualdad de derechos para la mujer.
El propio hecho de que en fechas tan tardías como el año 1990 el senado de Estados Unidos promulgase el decreto Violence Against Women Act, indica que las legislaturas dominadas por el hombre han sido lentas a la hora de responder a las necesidades de la mujer.


MACHISMO 
Se llama machismo al conjunto de actitudes y comportamientos que rebajan injustamente la dignidad de la mujer en comparación con el varón. (Hablamos aquí del machismo pernicioso y rechazable, no del machismo bromista, indiferente o chulesco que no tiene mayor importancia).
¿Injustamente? En este tema la justicia ocupa un papel importante: si un comportamiento es justo, no hay machismo. Hay circunstancias donde la mujer está más cualificada y sería machismo postergarla. En cambio, hay otros casos donde el varón está más dotado; es justo reconocerlo y no hay machismo sino realismo.
Ejemplos de actitudes machistas: Limitar o estorbar el acceso de la mujer a la universidad, a la cultura o a los puestos de dirección; intentar que la mujer piense, vista o se comporte como el varón; considerar a la mujer como objeto sexual para uso y gusto del varón... Estos comportamientos son injustos con la dignidad de la mujer y deben rechazarse.
Aclaraciones. En este enfrentamiento entre hombres y mujeres cabe equivocarse por exceso o por defecto. Para evitar estos errores conviene tener en cuenta los siguientes aspectos:
  • No es bueno plantear el tema como lucha. Más bien se trata de conseguir entendimiento y colaboración:solidaridad. Se pretende que ambos mejoren, que se alegren con la dignidad del otro.
  • El feminismo o el machismo no es el valor absoluto y principal. Debe tener en cuenta otros aspectos, como la justicia, la caridad, la libertad de asociación...
  • El ideal no es la igualdad absoluta: no se trata de que las mujeres sean hombres, sino de que hombre y mujer gocen de la misma dignidad como personas.
  • El hombre y la mujer son distintos, y esas diferencias se deben respetar. Se trata de fomentar la igualdad en lo que son iguales, y la diferenciación donde son diferentes.
MACHISMO EN LA VIDA ESPIRITUAL 
En la santidad
- Igualdad: Todas las personas están llamadas a la máxima santidad, a la unión con Cristo, al cielo.
- Diferenciación: El modo de alcanzar la santidad es distinto. Por ejemplo, las mujeres tienen más facilidad para unas virtudes, mientras que deben esforzarse más en otras.
- Aclaración: Los institutos religiosos para hombres no son machistas, pues ni menosprecian a la mujer, ni excluyen otros caminos de santidad para ellas. (También está la libertad divina de elegir fundaciones).
Aclaración del sacerdocio ministerial. Tema debatido pues en la religión católica sólo los hombres pueden ser sacerdotes. No hay menosprecio pero sí exclusión clara y a primera vista injusta: machismo. La verdad sin embargo es otra; no hay machismo sino realismo: las mujeres no pueden ser sacerdotes por falta de capacidad; por tanto es justo que no lo sean.
¿Falta de capacidad? Las mujeres pueden ser madres de sacerdotes como María madre de Cristo, pero Cristo fue varón y varón debe ser quien hace sus veces en la tierra. Evidentemente aquí interviene la libertad divina de organizar así las cosas, y no dudamos de la sabiduría y justicia de Dios.
 ¿Catolicismo machista? La religión católica es la institución que más ha defendido la mujer a lo largo de la historia, y es la única que eleva la dignidad de una mujer a la categoría increíble de Madre de Dios. Se diría ahora que el catolicismo es marcadamente feminista. Menos mal que los sacerdotes sólo pueden ser hombres y así se equilibra un poco la situación. El Señor ha dispuesto las cosas muy bien.
Las mujeres pueden ser embajadoras que representen a un país. ¿Por qué no van a ser capaces de representar a Cristo?.- No es el mismo tipo de representación. Veamos lo que sucede enla misa. El sacerdote afirma "esto es mi cuerpo" y en ese momento el pan no pasa a ser el cuerpo del sacerdote sino el de Cristo. En esos instantes el sacerdote ha prestado su voz y su persona a Cristo para que Él diga "esto es mi cuerpo". Es ya difícil a la fe aceptar esa presencia de Cristo en el sacerdote. Más difícil sería si se tratara de una mujer. El Señor ha dispuesto las cosas muy bien.